Como promotor o constructor de una obra necesitas cubrir los posibles incidentes que puedan suceder, que afectarán tanto económicamente como en el timing de ejecución de la obra. Este seguro dará cobertura a la mayoría de daños externos o internos para evitar costes imprevistos y para llevar la obra a buen puerto.

Para un promotor existe la obligatoriedad de contratar este seguro a la vez que la supervisión de la obra durante su ejecución por parte de un organismo de control técnico (OCT) para poderla escriturar y entregar a sus clientes.

En cuanto a la cobertura, la básica y obligatoria garantizará daños estructurales durante diez años, si bien hay la posibilidad de ampliarla a otras garantías como puede ser las trienales de instalaciones, estanqueidad y obra secundaria, entre otras.

Durante la ejecución de cualquier obra, existe una gran variedad de riesgos. Eso puede implicar daños, la reparación de los cuales afecte tanto a la obra como a la fecha de vencimiento, teniendo así una grave afectación económica. Por eso es tan importante contar con un seguro a todo riesgo que cubra cualquier imprevisto.

En el ámbito de la construcción tendremos necesidades específicas en cuanto a la responsabilidad civil, tanto como promotor como constructor de la obra. Hace falta dar cobertura a los posibles daños provocados a terceros (externos a la obra en caso de daños materiales), y en cualquier caso en daños personales hacia terceros, trabajadores propios y subcontratados (RC Cruzada y Patronal). Se puede plantear un seguro de responsabilidad civil por una obra en concreto o por una empresa para su ejercicio económico anual.